REFLEXIONES
ESPECULARES
Gonzalo Fernández Parrilla
Catálogo.
Reflexiones especulares.
Cruce, arte y pensamiento contemporáneo.
Organizado por la Casa Árabe. Madrid, 21 junio-21 julio 2007
Como esas obras literarias que se resisten a
ser etiquetadas, que, incluso sin haberlo buscado premeditadamente, rompen los
moldes de los géneros tradicionales, (no son novela, ni poesía ni ensayo ni
autobiografía), así en Reflexiones especulares abunda la obra gráfica,
sin duda el género vertebral de esta exposición y quizá de toda la obra de Said
Messari, pero convive con la pintura, escultura e
incluso arquitectura.
La obstinada fragmentación no sólo de géneros, sino también de formas y formatos,
nos sitúa ante una suerte de puesta en abismo que, sin alardes teóricos, constituye
un envite decidido a las fronteras genéricas y de todo tipo. Reflexión que viene
de lejos y a la que Messari había ya dedicado sus
últimos trabajos, como la serie Parabólicas o las instalaciones de Canal
Estrecho, donde abordaba las contradicciones del mundo en que vivimos en
un punto concreto de la geografía: el Estrecho de Gibraltar. Lugar bello y atroz,
el Estrecho ensanchado hasta convertirse en abismo insalvable y mortífero. Unas
fronteras arbitrarias que traspasan las mercancías, las ondas de televisión
y de los teléfonos móviles, las del mar, el aire, los sueños, pero no las personas
de carne y hueso.
El grabado en fuga de su formato tradicional emprende un viaje hacia otros mundos,
para mostrarnos que puede doblegar las formas a su versátil naturaleza, que
no es otra que la de la mano firme de quien lo trabaja.
La fuerza con la que se somete a los elementos no es agresiva. La domesticación
y flexión de la madera es amable, incluso cariñosa. Las piruetas formales no
son saltos en el vacío, sino reflejo del lento discurrir del trabajo cotidiano
y reflexivo.
Parece predominar la introspección, una especie de perspectiva interna que,
a veces, se desborda en una reflectividad que no es ensimismada sino empática
con lo que le rodea.
Los tonos tétricos de las tintas desparramadas por esas formas imposibles, incluso
de tres y más dimensiones, nos introducen en un espacio onírico y espectral
que se ve reforzado con la presencia de elementos como un cabezal de cama de
madera que, como esos talismanes de los indios nativos de Norteamérica, parecería
diseñado para atrapar nuestras peores pesadillas.
La sobriedad, a veces rayana en la tristeza, de la obra gráfica contrasta con
el color desbordante de la pintura y la instalación. Los pequeños cuadros, que
son como microcuentos, constituyen un contrapunto refractarias ventanas de esperanza
al tránsito no siempre fácil por el mundo.
La instalación, podríamos calificarla de histórica, si ese subgénero existiera.
Se trata de una obra homenaje que recorre años de España y de la vida española:
de su vida. Las coordenadas cinematográficas y literarias dejan entrever aquel
primer contacto, la pasión desbordante del rojo que todo lo inundaba en aquellos
años ahora ya lejanos. Y todo sin nostalgia.
Reflexiones especulares es un recorrido posible por ámbitos cotidianos
y formas improbables, laberintos soñados y reales. Los de la vida misma, y los
del otro lado de ese cabezal refrangible.
DESCUBRIR. LA OBRA RECIENTE DE
SAID MESSARI
Evaristo Bellotti
Catálogo.
Reflexiones especulares.
Cruce, arte y pensamiento contemporáneo. Madrid
Organizado por la Casa Árabe 21 junio 21 julio 2007
Es una suerte tener a Said Messari entre nosotros. Y que venga a exponer después de una
larga trayectoria y en un momento en el que todo en su hacer parece a punto
de precipitarse. Cómo no lo se. El caso es que Said transmite algo bueno que
viene del futuro al presente de un modo casi imperceptible, pero que cuando
uno acaba cayendo en lo que consiste, causa un cierto asombro que esté tan cerca.
No es ningún misterio. Se trata del Paraíso. La única condición para que el
Paraíso se abra al hombre es que el hombre lo tome como un presente con
dos significados: primero, un regalo que sólo tiene destinatario. Segundo, la
realización de la vida en un tiempo verbal que es literalmente nada más que
eso: presente. Nada más. El presente no es ningún misterio. Los misterios pertenecen
al tenebroso e incierto pasado o al futuro que es esencialmente falso. El Paraíso
es una pasta vítrea. El presente la pasta en caliente. De cristal la obra. Cuando
una rosa se abre nos asombra la verdad que nos regala sólo si no buscamos el
principio motor que la genera, si no enfermamos buscando el autor que no tiene.
Si en vez de indagar las normas con las que se regala abriéndose nos preguntamos
“de quién es”, la verdad de la rosa se ve obturada por una creencia
que la enajena primero, y luego la deja sin las herramientas con las que siempre
tendrá que defenderse de los obtusos que hay por todas partes y en todas las
épocas, empeñados en quererla. El Paraíso no es Jauja, donde todo vale,
sino muy al contrario un AQUÍ frágil, donde el bienestar depende materialmente
de la precisión con que el vidriero maneje esa pasta. Sucede a menudo que el
espectador ante la obra concluye que el arte “no tiene misterios para
el vidriero”. Pero no deja de preguntarse “¿Cómo lo hará?”
“Hago” contestaría el vidriero, del mismo modo que el vivo contestaría
“vivo” a una pregunta equivalente o la rosa “abro”.
No hay otro Paraíso. Ni otro infierno que este Paraíso gobernado por el Tiempo.
No digo que sea fácil desarmar las creencias que encienden el infierno en la
conciencia. Digo que en la conciencia el Paraíso innato como el propio
lenguaje está por hacerse a cada paso. Tal como advierte el Templario a Saladino:
“La superstición en que nos hemos criado, por más que la descubramos,
no pierde su poder sobre nosotros. No son libres todos los que se ríen de sus
cadenas”.
La Ilustración viene con Said Messari del sur.
Si hubiera sitio podría impartir lecciones bajo los soportales de una
plaza o al aire libre de al menos dos disciplinas: La caligrafía árabe y la
geometría modular de origen cúfico. Aprenderíamos de la parte sin un todo por
excelencia, la buena letra de los signos caligrafiados, el sentir de la línea
que frasea. Y de los módulos la extensión, la trama infinita el absoluto.
Sobre este fondo de Otro y estas cuestiones que más o
menos sabríamos explicar está el mortal, el artista que se presenta en CRUCE.
El pintor que tiene en su haber una interminable hilera de cuadros un momento
antes de estar acabados o acabados pero sin conclusión. ¿Cómo atar el extremo
lírico a la nada, la última transparencia de la verdad? Si pudiera deshacerse
del YO lírico podría adscribirse a alguna escuela conocida. Si no tuviera el
coraje callado, ético, de no tomar y no alzar la palabra por alguna causa podría
ejercitarse en la expresión, el grito. Opta sin embargo por seguir el aforismo
de Sánchez del Río: “El último pensamiento al borde de la nada es un
destello”. Estos destellos en el pintar de Said Messari
aún por dilucidar, en el grabador adquieren tinte, tintura y emigran a los bordes
de las formas geométricas. El encuentro del papel grabado y tensado sobre bastidores
al modo de tambores, primero en círculos, luego como triángulos y por último
haciendo de marcos encontrados en la calle bastidores únicos. Turbulencias,
remolinos de agua y tierra, oxidados, grafías y manchas. Lo que importa señalar,
no obstante, es el encuentro del papel grabado con esos armazones vacíos.
En la obra que ocupa de un modo estelar el escaparate de CRUCE Homenaje a
la trilogía de Saura y Gades hay dos pieles, por así decirlo: la del suelo
que se levanta más que como una alfombra como una piel, la piel del suelo, y
la piel del tambor de la propia silla en la que se adivinan rasgos muy vagos
de mujeres que ¿bailan? ¿Cantan? Se diría que todo lo necesario para fabricar
un humano con la medida dada por la silla.
Said Messari, sin embargo, no ha podido librarse de
la historia. En una memorable instalación en el puerto de Algeciras Canal
Estrecho, homenaje a los desaparecidos*
450 “tapers” (recipientes
de plástico para conservar alimentos) llenos la mitad con sal marina de un lado
y la otra mitad con objetos encontrados en la arena del otro lado del Estrecho
de Gibraltar, se desplegaban sobre el pavimento en una zona concurridísima de
paso, en una intemperie geopolítica realmente espeluznante, frente al marco
de una puerta mudéjar y junto a una antena parabólica. Esta pupila parabólica
miraba a otra situada en el interior del edificio de la Terminal portuaria.
Esta segunda parabólica se dirigía allende el mar. Era exactamente “un
modo de ver” pero también y en la misma medida un modo de ser visto.
Pero en esta exposición la búsqueda de Said Messari
se desliza de un modo de ver a un modo de pensar, de pensarlo. Que en la oportunidad
de CRUCE comienza a tomar forma.
* Está
publicada en MODOS DE VER. Centenario de la Conferencia Internacional de
Algeciras y de la Junta de Obras del Puerto.Arte de
las dos orillas. 7 de abril4 de junio 2006.
...
ENCARDINADO EN LAS BÚSQUEDAS...
Rafael Canogar
Catálogo.
Serie parabólicas 2001-
Centro de estudios Juan de MARIANA, Toledo.
Organizado por la Diputación de Toledo y la Escuela de Tradoctores
de Toledo. Noviembre-Diciembre de 2003.
Escribo estas líneas sobre Messari
con la urgencia del viajero a punto de partir; pero que no podía dejar de atender
su llamada para presentarle en un ámbito y espacio con raíces comunes para ambos,
en mi ciudad de nacimiento, en Toledo.
Said Messari es un artista marroquí afincado entre
nosotros, heredero nato de ese pasado común que nos une y a veces nos separa,
pero con el que irremediablemente estamos obligados a entendernos.
He estado en algunas ocasiones en Marruecos y me siento muy atraído por su cultura, por sus colores, por sus aromas. La pintura de Messari me transporta, precisamente, a ese ámbito que va más allá de la estética. En su obra están las raíces de su pueblo, sus texturas y colores, sus olores y símbolos, su forma de entender un espacio pictórico, pero con la virtud de estar, al mismo tiempo, encardinado en las búsquedas y problemáticas de la pintura más actual.
A los artistas contemporáneos marroquíes les tocó, con su independencia, realizar una labor de titanes: romper con ciertas tradiciones populares de la concepción pictórica, en su búsqueda de una identidad cultural en un mundo moderno occidental, al mismo tiempo que conservando, o potenciando, esas mismas raíces populares como nueva morfología de un lenguaje nuevo y propio. Y creo que la obra de Said Messari es paradigma de esa síntesis de identidad, de modernidad y tradición.
La obra de Said es esencialmente plástica, rica en metáforas y con dimensiones que transcienden la bidimensionalidad del plano pictórico. Su obra es, a veces, un espacio herido, taladrado: campo de batalla entre el artista y la obra, donde la materia queda como testimonio o testigo de ese cuerpo a cuerpo; en otras, la superficie crece con la incorporación de elementos, de objetos extrapictóricos, pero que Said sabiamente incorpora dándoles una nueva dimensión iconográfica y como portadores de ideas y mensajes. Una obra siempre sensible y expresiva, que me intriga y seguiré desde ahora puntualmente.
...
PAISAJES URBANÍSTICOS Y MENTALES...
Gonzalo Fernández Parrilla
Catálogo. Serie parabólicas
2001-
Centro de estudios Juan de MARIANA, Toledo.
Organizado por la Diputación de Toledo y la
Said Messari nos tiende la mano de los colores cálidos de su mundo. Y con la misma habilidad con la que coquetea con la fría informática, nos atrapa. De ahí quizá ese guiño juguetón a la alta tecnología de los satélites, de esas ondas que suben a los palacios y bajan a las cabañas, recogidas por los platos metálicos que adornan los tejados de su tierra natal. Cautivado por esas colonias de hongos que proliferan en los arrabales y bidonvilles de las ciudades marroquíes, se imagina qué imágenes y mundos traen a esos hogares. Esta nueva serie de pinturas y grabados es una reflexión en voz alta sobre las maravillas de la aldea globalizada, pero también sobre los contrastes crecientes.
La parabólica es un objeto que ha pasado a formar parte de nuestros paisajes urbanísticos y mentales. La parabólica es un símbolo de nuestros tiempos, de las comunicaciones vía satélite y de la globalización. Pero las antenas parabólicas de hierro ingeniosamente plasmadas en la tela tendida de modestos bastidores están concebidas para otros usos artesanales más cercanos. Bordar. Jugar. Pintar. Infiltrar en el arte nuestras preocupaciones.
Jugar y pintar para estar alerta. Porque Said no pierde el referente de la realidad. La parabólica es comunicación y, por tanto, poder. El símbolo árabe de las parabólicas es Al-Jazeera, la cadena qatarí que ha transformado el panorama de la información en el mundo árabe y que se ha hecho un hueco en el mercado global de la comunicación al cubrir en directo con sus corresponsales las invasiones de Afganistán e Iraq. La rebelión de Al-Jazeera ha traspasado sus fronteras naturales e irrita por su modo distinto de cubrir las noticias sobre el mundo árabe.
Para no evadirnos por el cielo. Con los pies en el suelo y con la mirada puesta arriba y en todos los rincones. Imágenes evanescentes y manipuladas frente a la reflexión y a la serenidad, frente a la sabiduría, el arte y la parabólica que apunta a todos los satélites de Said Messari.
EL
ARTE LLEVADO A LA VIDA
Gonzalo Fernández Parrilla
Catálogo. Obra gráfica
1988-
Edición 2001.
Hubo un tiempo, no tan lejano, en que las exposiciones
de artistas marroquíes las acogían en España instituciones como el Museo Etnográfico.
Este aparente azar tiene sin duda relación con la particular idiosincrasia de
las relaciones hispano-marroquíes. A las cicatrices -muchas de ellas sin restañar-
de unas relaciones seculares, hay que añadir el episodio del colonialismo español
en Marruecos. Cabe recordar a este respecto que una de las instituciones clave
del aparato colonial español en el Norte de África, la que se ocupaba del factor
humano, se denominaba precisamente la Delegación de Asuntos Indígenas. A la
experiencia colonial hay que sumar el broche que supuso de la involucración
de tropas indígenas marroquíes en la traumática guerra civil española.
Tras la independencia de Marruecos en 1956, las relaciones entre ambos países
han estado marcadas por una retórica evocadora de esa historia común, que ha
encubierto siempre un déficit de conocimiento de las realidades mutuas. Ese
letargo de las relaciones poscoloniales comienza a tocar a su fin con el imparable
aumento de las relaciones humanas entre Marruecos y España fruto de la inmigración.
En el ámbito de las artes plásticas esta tónica llegaba simbólicamente a su final durante el año 2000 con una serie de acontecimientos coincidentes entre los que cabe destacar que Marruecos fue país invitado en la VIII edición del Salón Internacional de Obra Gráfica Estampa, la exposición Arte Contemporáneo de Marruecos, organizada por el Institut Català de la Mediterrània y el comienzo de la itinerancia de la exposición mixta Tawassul-Re.Encuentros organizada por la Asociación del Mediterráneo Occidental. No obstante este punto de inflexión, hay que recordar que ya en 1980 la Fundación Joan Miró fue pionera en este terreno con la exposición Arte Contemporáneo de Marruecos. A mediados de los noventa también el colectivo Ras el Hanut organizaba diversas exposiciones mixtas. Son síntomas de que estas relaciones se alejan de las retóricas oficialistas huecas y comienzan a abrirse a otros horizontes más allá de los institucionales.
La emergencia de la plástica marroquí contemporánea
Lo que hoy conocemos como arte marroquí moderno, aunque hunde sus raíces en
una herencia múltiple y diversa, es un fenómeno relativamente reciente. En una
tradición pictórica tradicionalmente asociada a las artes populares y a la caligrafía,
durante la segunda década del siglo XX surgió una generación de autodidactas
que ensayaron diversos lenguajes cercanos al realismo académico de la escuela
colonial y sobre todo al arte naif, abundantes en elementos folclóricos muy
del gusto de los colonizadores y muchas veces promovidos por las propias instituciones
coloniales.
Las secuelas de la experiencia colonial en las artes plásticas no son sólo palpables
en el poderoso influjo del orientalismo pictórico. En la época colonial se fundaron
instituciones que iban a desempeñar un papel crucial en el desarrollo de las
artes plásticas en Marruecos, como la Escuela de Bellas Artes de Tetuán fundada
en 1945, y cuyo primer director fue Bertuchi, y la
Escuela de Bellas Artes de Casablanca, creada en 1950.
Tras la interrupción que los colonialismos supusieron en el hipotético curso natural de la vida política y cultural de Marruecos, y una vez liberado del yugo del colonialismo, políticos, intelectuales y artistas se consagraron a la búsqueda de unas señas de identidad propias, que tuvo también su plasmación en las artes plásticas.
Tras la euforia independentista, en la década
de los sesenta Marruecos vivió una efervescencia política y poética -en el más
amplio de los sentidos- que tuvo su correlato en las artes plásticas con la
emergencia de una primera generación de pintores formados en el Marruecos independiente.
Tras un relativo vacío institucional en el ámbito de las artes plásticas en
el Marruecos independiente se inauguraron galerías como Bab
Rouah y La Découverte,
se fundaron revistas como al-Ishara e Intégral, se nacionalizaron y adaptaron las antiguas
escuelas de Bellas Artes de Tetuán y Casablanca -por ejemplo se introdujo como
materia la caligrafía con esa vocación de entroncar con la tradición-, se elaboraron
los primeros manifiestos, se crearon diversas asociaciones de artes plásticas
y se organizaron las primeras exposiciones colectivas como la que en 1969 se
celebró en la plaza Xma el Fna de Marraquech y en la plaza
12 de noviembre de Casablanca, cuya vocación era llevar el arte moderno a la
calle, abrirse a un público más amplio, a las vanguardias, según rezaba el manifiesto.
En 1978 tenía lugar la primera edición del Festival de Arcila (Asilah) que va a contribuir
especialmente al desarrollo del muralismo marroquí. En la década de los sesenta
los artistas marroquíes buscaron aunar tradición y modernidad y modernidad.
La pintura marroquí contemporánea es una de las manifestaciones de ese proceso
de construcción de una identidad nacional que tuvo lugar en el Marruecos poscolonial.
El arte marroquí contemporáneo que se fragua en esta etapa incorpora elementos
de las tradiciones bereber y africana, del rico legado
árabe e islámico, así como se nutre de la experiencia orientalista, abriéndose
a la modernidad y a la búsqueda de unas señas de identidad propias.
A pesar de que, como apuntó Claudio Guillén para el ámbito literario, las vanguardias son un lujo que las culturas emergentes no se pueden permitir, la pintura marroquí va a enlazar enseguida con las vanguardias mundiales. Los más destacados artistas de esta primera generación de la vanguardia fueron Cherkaoui y Gharbaoui.
En la década de los setenta los teóricos rupturistas del movimiento pictórico marroquí van a rechazar simultáneamente el extendido recurso al arte naif, el orientalismo folclórico y los rigores academicistas de las escuelas de Bellas Artes.
Además del arte naif, que nunca ha dejado de
ser cultivado y cuyo estatus es hoy en día ambiguo, otra de las corrientes iniciales
que tuvo más desarrollo fue una escuela figurativa de tintes orientalizantes,
surgida de las escuelas de Bellas Artes que en las últimas décadas del siglo
XX se abría a horizontes surrealistas. Pero una de las más poderosas tendencias
de la pintura marroquí ha sido la abstracción, tanto el expresionismo abstracto
como la abstracción geométrica que buscaba enlazar con la tradición islámica.
A estas corrientes, que cohabitan, hay que añadir otra importante tendencia
consistente en el recurso a la simbología de las artes populares, de la caligrafía,
de las artesanías del cuero y el tejido de alfombras, así como de diversos amuletos
de la cultura popular.
El exilio creativo
El conocimiento y reconocimiento de otras realidades, de la realidad de los
otros más allá de nuestro limitado horizonte se torna cada día más difícil.
Es especialmente restringido además cuando se trata de Marruecos, cuyo imaginario
anda enredado en rancios estereotipos y tópicos de turista. Por lo que se refiere
a la pintura marroquí, es todavía frecuente que al tratar de ella se aireen
cuestiones relacionadas con el estatus de la imagen en el islam o con el orientalismo pictórico, que poco o nada tienen
que ver con el rumbo seguido por la pintura contemporánea en Marruecos.
Secuela del espíritu colonial es esa tendencia a circunscribir otras culturas en modos de expresión primitivos. Del mismo modo que Fanon o Said han puesto al descubierto el hábito de reducir los sujetos colonizados a su primitiva oralidad, se relega también la expresión plástica a las artes populares o, como mucho, se tolera el arte naif, satisfaciendo así las expectativas y necesidades de seres civilizados y, por tanto, superiores. Cabe recordar a aquellos extranjeros de Tánger que apadrinaban a niños de la calle y les daban pinceles para que desarrollaran su espontaneidad indígena.
Los polos entre los que a menudo se tiene que
mover un artista procedente de otras latitudes merecen ser recordados. Por un
lado, conviene ajustarse a las expectativas de exotismo que le otorgan su origen
geográfico y cultural. Por otro, el artista emigrado se nutre más que ningún
otro de todos los lenguajes a su alcance. Los elementos folclóricos o etnográficos
se convierten en meramente anecdóticos, son tan sólo un elemento más de universos
ricos, multilingües y polifónicos, de lenguajes esperánticos
de los que todos entendemos algo, pero que pocos llegan a comprender en su totalidad.
El artista palestino Kamal Bullata
ha expuesto en alguno de sus ensayos esta tesitura en la que a menudo se ha
encontrado en Francia, Italia o Estados Unidos. La personal síntesis que emana
de la asimilación de elementos distintos sin reniegos conduce antes o después
a rebelarse también contra los rígidos encasillamientos étnico-culturales. El
artista inmerso en la liberación de sus propias ataduras se ve así abocado a
liberarse de otras nuevas que se le imponen, rebelándose para no ser una curiosidad
etno.
La textura como una de las bellas artes
Para ser artista no basta querer serlo o aparentarlo. Si existiese una manera
de definir a Said Messari que permitiese acercarse
a los mundos que crea y a su manera de estar en el Mundo, ésta sería la sensibilidad.
Said conjuga una rara combinación de dones naturales y aptitudes aprehendidas.
Sus estudios en Mundología en diversos países avalan su sólido bagaje teórico
adquirido en esa escuela sin títulos que es la vida. Said está y vive en el
Mundo con los seis sentidos -intuición incluida-. Y esta predisposición sensorial
queda reflejada en su obra, que elabora con tesón de titán.
Formado en esa mezcla tan característica de las sociedades poscoloniales como lo es el haber sido formado en un centro como la Escuela Nacional de Bellas Artes de Tetuán, heredero de la ortodoxia academicista y del orientalismo pictórico en un Marruecos a la búsqueda de sus propias señas donde se engullían con voracidad las nuevas corrientes expresivas mundiales, que remata con sus años en Bellas Artes de Madrid.
El Messari creador de esta obra gráfica es el artesano par excellence, respetuoso con la técnica, laborioso como una hormiga pero sin poder acallar -en el color y las formas- sus dotes de artista.
Su sibarítica aproximación a las texturas hace
que a veces consiga esos fondos de nieve recién caída o que reproduzca con verosimilitud
la atmósfera del fondo de los mares. Fauna y flora improbables que pueblan las
simas de su imaginación. Aguas esmeraldas de estanques encantados. Bodegones
submarinos. Mundos subacuáticos donde nos encontramos sofisticadas coreografías
de algas y peces, lluvias de meteoritos, fuegos artificiales, espermatozoides
a la carrera por fecundar atractivos óvulos multicolores que engendrarían criaturas
inimaginables. Parco en medios alusivos nos sumerge en sus mundos abisales donde
tan pronto nos topamos con talismanes desprovistos de función como entrevemos
elementos de la cultura pop española.
En esos espectaculares formatos panorámicos retrata paisajes acuáticos, luminosos,
nunca sombríos, en los que hace alarde de su personal cromatismo. Como criatura
profundamente marcada por los colores del mar, del mar Mediterráneo, está tocado
por los azules y los verdes. Pero su insaciable paleta -paladar acostumbrado
a sabores distintos y que sabe disfrutarlos todos- incorpora con naturalidad
hasta el verde del wasabi. Del Mediterráneo
terrestre le viene también ese dominio de los colores estivales, solares y ferruginosos.
En algunas obras se trasluce esa fascinación por la tecnología que conjuga con un respeto sincero por la naturaleza, por el mundo en que vivimos, por las ciudades y sobre todo por los seres humanos. Con su mirada de gran angular, que le aleja de sí mismo, es capaz de percibir la auténtica dimensión del ser humano.
Su obsesión por el equilibrio no sólo se manifiesta en los colores. Sus líneas curvas y fugaces crean recorridos inmóviles, equilibrios imposibles, movimientos que ponen al descubierto su otra gran obsesión, que le viene de la música: el ritmo.
La ironía vital que le anima se trasluce también en muchos de los títulos. Sensibilidad, ironía, ritmo, imaginación, tesón, alegría, sabores... no hay palabras suficientes. Tal vez arte y vida, juntas.
TRIPTIC
BARCELONA
Clara Miret Nicolazzi
Cicle de Pintors Marroquins
Contemporanis.
Galeria Art Factum, Barcelona.
Maig 2000.
...Said Messari, treballador inquiet, intel. lectual irónic i reflexio, però sobretot artista sensible i generós, ha realitzat expressament per a la seva presentació a Barcelona una obra, dévidents connotaciones informalistes i d´exquisida factura, on descobreix espais del seu imaginari, A l´artista no li agrada peró que es parli d´acotacions estilistiques pel fet de ser marroquí... “en art no peso que s´hagi déspecular amb les nacionalitats. El llenguatge de l´art és universal i, per tant, les fronteres les posa cadascú, segons les pròpies experiencies o sensibilitats”.
De fet, avui en dia, la societat de la informació i les noves tecnologies obren les portes del coneixement mutu com mai no s´hagués pogut pensar. No hi ha gairabé cap racó de món que no es pugui “visitar”. Per tant, l´exotisme s´haurá de buscar més aviat en cada individu que no pas una col.lectivitat. Aixi, davant de certs interessos que no partanyen al món occidental, com exòtic i de primitivisme naif, les exposicions programades en aquest Cicle, ajudaran a aclarir duptes i a conèixer i valorar les propostes dels artistes seleccionats, com a investigaciones plàstiques amb personalitat pròpia i sensibilitat universal.
És d´agrair la iniciativa d´aquesta petita galeria que ha sabut unir els interessos comerciales amb la difusió de propostes noves, imaginatives i de qualitat, perquè sense cap dupte obrirà portes al coneixemet i l´estudi, però també a l´intercanvi entre cultures.
UN
PINTOR QUE PIENSA Y SIENTE EN PINTOR
Emilio Sanz de Soto
Catálogo. Visiones cruzadas.
Exposición de Federico Barranco y Said Messari.
Organizado por la Diputación de Toledo y la Escuela de Tradoctores
de Toledo, 1998.
...La obra de Said Messari es bien distinta. Es la obra de un pintor que piensa y siente en pintor. Su obra es pues el resultado de este pensar y de este sentir, todo ello filtrado por la nunca oculta necesidad de reducir sus medios a lo esencial. La esencialidad de conseguir el más a través del menos, que no otra cosa es la esencialidad de una mancha. Pero como auténtico pintor que es, Said Messari necesita traspasar la mancha por la mancha, por muy reveladora que ésta sea, y, en una fusión sin confusión, técnicas mixtas, llegar a unos resultados donde reconocerse. En Said Messari, como en muchos pintores con una sólida formación académica -por mucho que intenten olvidarla, por mucho que intenten liberarse de ella-, esta formación siempre estará ahí, en su obra, por poco o nada académica que ésta sea. Por ello la obra de Said Messari de casual no tiene nada. Todo es querido, buscado, los resultados pueden ser más o menos los deseados, pero tras estos resultados hay siempre una mente que controla y guía la mano del pintor. De sobra sabe — y nunca nos cansaremos de repetirlo— que sólo cuentan los resultados: la identidad de Said Messari está ahí, en sus obras, en esas complejas formas a las que siempre añade unos signos, supuestamente insignificantes, una raya, una flecha ... que se nos aparecen como interrogantes de una obra que se busca a sí misma. Y que nunca terminará de buscarse porque esa es su razón de ser...
... CAMELOT
DE LA MANCHA CON FONÉTICA DE ORIENTE...
Malika Embarek López
Catálogo. Visiones cruzadas. Exposición de Federico Barranco y Said
Messari.
Organizado por la Diputación de Toledo y la
«
Los pintores marroquíes nos invitan a un viaje hacia el interior de nosotros
mismos »
Edmond Amrán
El Maleh
Tetuán, Bab Essaida
—la puerta afortunada—, año de 1956, año de la independencia de
Marruecos y del nacimiento de Said Messari, en ese barrio morisco y recatado con una de las puertas
más bellas de la muralla que rodea la ciudad vieja.
Madrid, La Guindalera, otoño de 1998, taller Trocatinte, con aroma a aguarrás
y barniz; y voces de chiquillos que juegan en la calle. Han pasado muchos años
desde que Said —el afortunado— asistía a la Escuela Nacional de
Bellas Artes de Tetuán, fundada durante el protectorado español por Mariano
Bertuchi, cantera de muchos pintores del norte de
Marruecos. Largo trayecto de esfuerzos y logros, en soledad y en compañía; itinerario
puntuado por esa calidad, generosidad, ánimo solidario y paciente, para hacer
amigos, para manejar paleta y tórculo, mezclar pigmentos y crear, con sencillos
materiales y con originalidad y fuerza, grabados, pinturas, portadas de libros,
carteles, acrobacias informáticas.
Pero si queréis encontrar a Said, habréis de buscarlo en su país imaginario,
donde no existe la prisa, ni la competitividad, ni la ambición, ni el artificio,
su Camelot de La Mancha con fonética de oriente. Si queréis encontrar a Said,
preguntad por Pelahustán. Si queréis conocer al artista
leed en su obra. Hoy quiero leeros la
pintura de Said Messari.
Cuando te has acostumbrado a leer las palabras que van formando frases y silencios,
que van formando textos que hablan de otros textos, y ese código de escritura
lo llevas tan dentro que ya no se te resisten sus misterios, porque te conmueven,
porque ya son tuyos, resulta difícil leer la pintura. ¿Se puede narrar la pintura?
Respetuosamente esperaré a que sus cuadros me llamen. Esperaré pacientemente
—y con mirada virgen— a que esos trazos vivos, sombras y transparencias,
lianas y arañazos de color, me busquen, como me busca y me encuentra la poesía.
Y, de pronto, siento ese mismo zarpazo del verso que me habla y son amarillos
de arena, de tierra y de sol, y se agitan como olas de mar enfurecido. Y son
amarillos de paja seca, de tierra de grietas, y se estancan y sosiegan como
la hierba cortada. Y son formas redondas, pequeñas y tímidas que sólo irrumpen
despacito, o enormes rocas inertes/úteros fecundos que me provocan por su volumen,
me interrogan e intrigan. Y no sé qué son pero están y me llaman. Me hablan
a mí y ya no estoy sola. El blanco se ha vuelto luz y las líneas movimiento.
¿Y el negro? También hay negro. Pero sólo es un juego: apostar por la oscuridad
y hacer trampa para que gane la luz. Colores, texturas y formas que me hablan
de espacios abiertos conquistados. Y son derroche de otoño en marrones heridos
de frío azul. ¿Se puede oír el color? Y es música alegre y es un viaje hacia
el interior de nosotros mismos y ya no estamos solos. Estamos en Pelahustán.
Madrid, otoño de 1998
Catálogo “Consecuencias” exposición de pintura.
Organizado por la Asociación de Amistad Hispano-árabe, Madrid. 1987
Dentro de la pintura de Messari cabe un extenso repertorio: rostros, niños, casas, pantallitas y objetos múltiples, trazos y simetrías que, a través del espejo del arte, se trascienden.
Pintor de temas en otras etapas de su obra, inaugura en los últimos tiempos un proceso de reflexión que lo conduce, por encima de los significados, hasta un espacio no instrumental en el que no parece decidir sus temas, sino, por el contrario, asumir el sueño de la forma dejando que ésta opere en su trabajo con absoluta libertad.
Alerta esta pintura la aparente estabilidad de etapas anteriores. Muestra su propia crisis, vivida en vertical, hasta el fondo, donde vela la luz, en tanto proyecta reencender el trazo. Esa es también la criss del sujeto contemporáneo que ha de buscarse más allá del tutelante tema y del estratégico significado.
El resultado de esta ascesis ya se observa en la transparencia de las Composiciones (2) que cierran esta muestra. Messari ha sabido integrar sus verdaderas referencias en lo que hace, una vez que narró los elementos que conforman su mundo. Pero además, ha indagado, con la experiencia del color, en las zonas en sombra para, sin ser epígono, volver a nombrar la tradición para redescubrirla.
Madrid, otoño de 1998
...APORTACIONES
GENUINAS...
María Luisa Borras
Sobre la
primera expoxición de pintores árabes contemporaneos en el Museo arquiologico
de Salamanca.
Periódico La Vanguardia. Domingo, 3 Junio 1984
...En cuanto al pintor de Tetuán Said Messari, que conocíamos por su ilustración del poema de Nizar Qabbani Diario de una ciudad que se llamaba Beirut, protagoniza una de las aportaciones más genuinas y originales. Para empezar su espacio pictórico aparece dividido en una serie de recuadros de imágenes y de silencios. En lugar de contar una historia, esta compartimentación alude a la compartimentación inherente al arte islámico. Si en la pintura occidental el tema exige y determina el suporte y el formato, en el arte islámico es el soporte quien requiere una determinada decoración, ya sea el suporte un elemento arquitectónico, una cerámica, un tapiz o la página de un libro. Y no digo con ello de las imágenes de Said Messari tengan carácter decorativo. Son imágenes enigmáticas que empiezan por escapar a la clasificación, porque siendo abstractas por su específica reducción a la línea , forma y color sugieren, a pesar de ello, más que cuentan, escenas y paisajes del mundo, para nosotros exótico...
Mémoire écrite, illustrée, méditée et stylisée
Said Messari
Exposition
organisée par Gallery Kent
Tanger, octobre 2021
L exposition sinscrit dans le cadre du Festival des Galeries de
Tanger. La galerie Kent présente à cette occasion luvre
de Said Messari, qui vit et travaille à Madrid depuis des années,
ainsi que celle des trois invités qui laccompagnent à lévénement
: léditrice Elena Prentice invitée dhonneur comme
icône de la mémoire de Tanger, lécrivain Abdelkader
Chaui, et le chercheur Bernabé López García. Ils exposent
pour la première fois leurs facettes artistiques, en tant que peintres
et dessinateurs, et révèlent dautres intimités créatives.
Cest un projet qui associe les arts plastiques à la littérature,
et vice versa, et il tourne autour dun thème central : la mémoire.
La mémoire écrite dAbdelkader Chaui, la mémoire illustrée
de Bernabé López Garcia, la mémoire à la recherche
de soi-même dElena Prentice et la mémoire stylisée
de Said Messari.
Les textes de Chaui sautent du papier de ses uvres à la toile où la peinture se libère, inquiète, intime et très personnelle. Dans le trait calligraphique de ces textes et dans leurs entrelacs, les questions énigmatiques sur les textures et les gestes des couleurs trouvent refuge, communiquant les connotations les plus diverses.
Les carnets illustrés par López Garcia ont été de fidèles compagnons de son long parcours et de sa carrière académique, et pourtant, jusquà aujourdhui, sa facette de dessinateur reste la plus méconnue de ses compétences. Ses dessins sont des confessions intimes encodées autour de lorientalisme, de larabisme, du Maroc et du Maghreb... Lexposition de ses dessins portera tout particulièrement sur la vision du monde de Tanger.
La série de Prentice sur les horizons, où toujours le ciel rejoint la terre ou la mer. Et où linterdépendance définit la lumière et donc les couleurs. Qui fait fondre la couleur dans le papier, elle nous donne la sensation de nous évader pour voler et « nous perdre dans linfini de lespace... »
Messari aborde dans cette exposition la mémoire de lenfance,
la littérature dune époque, naviguant à travers de
son iconographie, à la recherche didentités qui depuis le
présent renomment les souvenirs les plus anciens. Toutes les uvres
qui composent cette exposition ont été confectionnées de
manière artisanale avec du papier fabriqué par lauteur lui-même.
Les techniques de lestampage et de la sculpture sy rejoignent, totalement
soumises à la recherche et à linnovation.
Linvisible
Philippe Guiguet Bologne
Mémoire écrite, illustrée,
méditée et stylisée
Exposition organisée
par Gallery Kent
Tanger, octobre 2021
Chercher à percer linvisible, et tenter dévoquer lindicible Cest ce que se propose Gallery Kent avec lexposition Mémoire écrite, illustrée, méditée et stylisée, organisée dans le cadre de la troisième édition du Parcours des arts, événement orchestré à travers toute la ville par lInstitut français de Tanger. Du 1er au 31 octobre, Gallery Kent présentera les uvres de Saïd Messari, entouré de ses amis Bernabé López Garcia et Abdelkader Chaoui, rejoints par Elena Prentice : quatre artistes venant dhorizons pour le moins divers, qui permettront de célébrer linternationalité pérenne de la cité du détroit.
Saïd Messari nous offre une vision du monde décidée à se défaire des contingences de la matérialité, sauf à la transcender. Le plasticien tétouanais, qui vit depuis de très nombreuses années à Madrid, où il a pu trouver toute la reconnaissance à laquelle un artiste peut aspirer, safficherait comme lalter ego de notre sculptrice tangéroise Itaf Benjelloun. Les deux créateurs fréquentent les mêmes fantômes et possèdent le même talent pour sen aller explorer les radicelles de la mémoire comme celles de loubli. Tous deux travaillent sur un même processus de la disparition du monde et, peut-être, éventuellement, sur celui encore de sa réapparition. Car ils donnent à dévoiler de la même façon quils créent le voile. Un art de lévanescence, qui trouve échos dans les uvres sur la déliquescence et la finitude du plasticien soufi dAssilah, Khalil El Ghrib. Quand ce dernier traite de la décrépitude et de la désagrégation du monde et des hommes, adresse prophétique quil répète depuis les origines de son art, nous rapportant les reliques quil a cueillies dans les rues et sur les murs de la médina de sa petite ville, Saïd Messari serait plutôt tenté darrêter le temps et dinstaller le monde dans un suspens, une attente, sous cloche et dans la protection dune coque ou dune couche de gypse. Il fait uvre de mémoire, à perpétuité. Son univers est pris dans une blancheur qui serait un signe de pureté et dabsolue neutralité, et celui dune absence despace et de temps. Ses uvres circulaires, comme autant de médaillons, dessinent des bulles de non-être, dextraction de lêtre des choses pour nen dire que lessence, où toute temporalité - et donc toute existence - serait effacée. Des bulles dessentialité, de la même façon que les fantômes sont ce qui reste de lâme en peine quand lêtre aimé a disparu. Les profils que nous présente lartiste, quelle que soit la matérialité quils évoquent, défilent comme ceux des enfants sur un manège ou ceux de détenus à la promenade : la ronde annonce la répétition et son éternité. Différemment, ces profils dessinés dun trait évoquent indiscutablement ceux des camées, sculptés dans la sardoine ou une coquille, de la même façon que lon effeuille un palimpseste, que lon époussette des restes de terre sur le chantier dune fouille archéologique, que lon épluche un fruit défendu : en demeurant à la quête du cur des choses aussi bien que de leur mémoire. Ses tondi constituent les blasons dune étrange héraldique, où les salamandres, qui défient le feu, traversent des mappemondes imaginaires ou des textes sacrés déconstruits. Ces camées, de ceux que lon garde contre le cur, ramènent celui qui les regarde au souvenir du profil de tout être aimé : Saïd Messari sculpte les bas-reliefs dun monde pour nous en rendre le sentiment, la délicatesse, sorte de biscuits dune précieuse porcelaine immaculée, modelés pour nous remémorer la valeur et la sacralité. Le plasticien sait conférer au monde tout son poids en trésors invisibles.
Nous connaissions Bernabé López Garcia pour le sérieux de ses publications et de ses recherches à lUniversité autonome de Madrid, où il fut professeur jusquà sa récente retraite. Politologue spécialiste du Monde arabe et des migrations, il nous offre, à loccasion de ce Parcours des arts, un accès à lintimité de ses carnets de notes et de dessins, dans lesquels Tanger sillustre pour le moins abondamment et avec virtuosité. Depuis de nombreuses années, Bernabé López Garcia tient ce journal desquisses et dobservations, constituant une impressionnante série de carnets, dont les nombreux volumes, maintenant archivés et numérotés, occupent un rayonnage entier de sa bibliothèque. Lintellectuel né à Grenade a ainsi composé un véritable trésor. Là où le chercheur se doit datteindre luniversalité du fait reconnu, quantifié et rapporté dune façon aussi scientifique quil se peut, le diariste et le dessinateur exécutent un travail tout en subjectivité et en légèreté, qui interroge la contingence et la nonchalance, la délicatesse et la fluidité du temps, lindicibilité de linvisible. Un auteur de carnets de voyage est toujours un aventurier et un poète. Par cette uvre intime, presque dintériorité, Bernabé López Garcia rend encore clairement hommage à lacuité du Delacroix de lambassade de Mornaix. À laune de ce magistral prédécesseur, il atteint lexigence et lénergie dont ont pu faire preuve dautres illustrateurs, eux-aussi passés par Tanger, de Pierre Le Tan, dont la sagacité a si bien saisi la geste mondaine et les ridicules de la décadence tangéroise, à Patrick Martin, dont le regard sait définitivement capter lâme des urbanités pittoresques, en passant par lélégance de Joël Alessandra, dont le coup de crayon et les aplats daquarelle font montre dune superbe et rare maîtrise. Bernabé López Garcia, tangérophile averti de longue date a, quant à lui, su pénétrer quelque chose de lâme de la ville que peu dartistes ont pu rapporter : une transparence de lair, qui sans doute produit toute la singularité de cette fameuse lumière sur le détroit, et que notre dessinateur a capté et traduit grâce à la simplicité nerveuse de son trait. Un regard qui, sans doute involontairement, éthérise laltérité, la défait de tout son poids et de la tentation du trait appuyé. Lillustrateur voyageant est tout sauf un caricaturiste. Comme nombre de ses pairs, Bernabé López Garcia élève lart de lesquisse à celui dun humanisme.
Avec ses uvres récentes, Elena Prentice atteint des sommets en
matière daérianité. Au cours des années quatre-vingt-dix,
par une forme de pointillisme abstrait et radical quelle produisait alors,
au travers duquel elle nous offrait à contempler de grandes toiles représentant
une pure lumière rendue par des points seulement, comme une pixellisation
de la représentation pour la représentation elle-même, lactiviste
culturelle américaine nous avait déjà acculés à
de profondes interrogations : chacune de ses uvre nous ramenait à
un fragment, à une pièce, au fameux centimètre carré
dune toile de Georges Seurat ou de Paul Signac, considérablement
grossi, passé à la loupe dune forme de télescope
Hubble de lesthétique, le regard du peintre et sa prolongation
dans le pinceau, rendu au monde pour ce quil est : un focalisation
sur la pure peinture. Après cette expérience extrême déthérisation,
Elena Prentice sen est allée à la recherche dune matérialité
inqualifiable, celle des marbrures dune forme de papier à la cuve,
où par ses jaspures elle se permettait sa réponse à la
célèbre coulure qui orne depuis quelques décennies maintenant
les bouquets et les forêts de Cy Twombly : une façon honorable
dêtre de son temps et dun citationnisme aux bonnes distances ;
face à ces larmes de la peinture, lartiste américaine répondait
par labrupte lapidaire de ses moirures, par un vertige de la mémoire
nous ramenant à la couverture de nos livres reliés anciens
et du travail de la main, de lartisan. La réponse de Tanger
à Rome, de Boston à la Virginie ! Il sagissait pour
elle de dévoiler linvisibilité de ce que lon ne connaît
que trop ; peut-être aussi de célébrer la beauté
du geste que lon ne maîtrise pas et qui laisse sa part au hasard ;
mais encore de célébrer un hommage au papier en tant que support,
dont la poétique hante le goût des plus littéraires entre
les amateurs dart : cercle dont se revendique lartiste-éditrice.
Aujourdhui, quelques années après ce travail de marbrures,
revenant à sa façon de vouloir percer les brouillards du pointillisme,
Elena Prentice regarde vers le ciel, comme à la recherche si ce nest
dune réponse, au moins dune conscience, sans doute ce qui
fait le plus défaut à notre époque. Elle dresse ainsi de
pleines toiles nuageuses où, à la façon du récent
travail de Damien Hirst avec ces cerisiers en fleurs, elle observe le vide,
en rend les contours et tente de le faire parler. Y aurait-il un Dieu derrière
ces nébulosités ? À chacun dy trouver ce quil
veut, bien évidemment, et cest là que son art saffirmera
farouchement notre contemporain. Certains y découvriront encore la beauté
de la lumière pour elle-même, dautres celle de ses ombres,
dautres encore un sobre hommage au lyrisme de Rubens, ou pour les plus
intrépides un clin dil vers lénergie du geste
du Tintoret... Il y a, dans cette quête à travers linvisible
et de linvisible lui-même, le monde. Le monde entier. Et ses revers.
Abdelkader Chaui, quant à lui, uvre dans les champs intangibles
de la volonté de mémoire. Il appartient à la génération
des émancipations coloniales qui, pour fonder et se prouver son identité,
a dû se poser les questions dUne mémoire de loubli,
comme le souligna poétiquement Mahmoud Darwish, du Jeu de loubli
à la façon si spirituelle de Mohamed Berrada ou celle de lacadémique
Passé enterré de listiqlalien Abdelkrim Ghallab : des
problématiques de construction forcément contre loccupation
occidentale, politique et idéologique, que se posent très différemment
les générations dartistes montantes, nées mondialistes.
Tout le répertoire des signes un réel lexique de
luvre picturale du poète Abdelkader Chaui renvoie dailleurs
à ces heures de lémancipation et des croyances en un monde
perfectible, sémiographie qui nous ramène aux univers de Mohamed
Kacimi, de Saad Ben Cheffaj et de Saad Hassani, bien évidemment, mais
encore à ceux de Labied Miloud ou de Mohamed Bennani
Un monde en
soi, qui fut une révolution et qui est maintenant devenu une tradition :
celui des fondateurs de lart moderne au Maroc. Le poète, qui se
doit davoir été subversif, sillustre aujourdhui
parmi ces pairs devenus des classiques. Cette uvre picturale, qui fait
appel aussi bien à la couleur de sa terre, prise entre les vert-de-gris
du Jbel et les ocres du Moyen-Atlas, comme aux formes empruntées aux
tatouages des aïeules et aux ornementations gravées sur les bijoux,
ainsi que celles qui rehaussent les poteries de terre cuite ou les huis des
maisons de pisé : tout un vocabulaire de signes qui affirme une
matérialité de lancrage terrien, de la main qui travaille,
de la nature et de la tradition au cur du monde, quelles que soient les
révolutions et ruptures à laquelle elle aura été
soumise : la mémoire collective dun Maroc millénaire, appréciée
et retravaillée par un peintre de son temps. De la même façon
que Saïd Messari impose une héraldique de son imaginaire, Abdelkader
Chaui fonde le répertoire des signes de son propre grimoire : celui
de lémancipation et de la constitution identitaire. Étrangement,
ses portraits comme ceux du Fayoum saffichent avec une frontalité
qui frôle limpertinence : où tout est dans la puissance
du regard. Les hommes peints par Abdelkader Chaui observent les hommes qui les
observent, comme pour sassurer quils existent tout autant. Ils ont
cette même façon directe, presque brutale, que le jeune Anuar Khalifi
avait osée, imposée, au cours de lune de ses dernières
expositions tangéroise, Boys Dont Cry. Les générations
conversent et échangent, et limaginaire dun monde meilleur
peut-être aussi sa mémoire - continue à se développer
parmi tous les effondrements. La mémoire est invisible, le présent
tout autant : finalement, seul lengagement et la pratique que lon
en a, par lancrage quils nous donnent dans le réel, sauront
non seulement changer le monde, mais encore lui permettre de tenir debout. Notre
temps a perdu léternité, mais il serait bien plus grave
de dévoyer nos croyances en la perfectibilité de la condition
humaine : voilà ce que nous raconte le poète Abdelkader Chaui,
comme Bernabé López Garcia qui, a linstar de son aïeul
Federico Garcia Lorca, a su choisir le côté du monde quil
voulait défendre, de la même façon que Saïd Messari
participa à la révolution esthétique en marche dans son
pays, se revendiquant ainsi dutopies à réaliser. Elena Prentice,
de son côté, regarde le ciel derrière les nuages et pointe
ce qui nous manque. Lhumanisme ne sera jamais un acquis.
Mémoire(s) doubli
Abdelkrim Chiguer
Mémoire écrite, illustrée,
méditée et stylisée
Exposition organisée
par Gallery Kent
Tanger, octobre 2021
Ici, « intérieur »
désigne les images prises dans le récit biographique ; « extérieur »,
celles qui restent en dehors du récit, soit en attente, soit autres.
Jean François Chevrier
Dans « Mémoire », Elena Prentice, Bernabé Lopez Garcia, Abdelkader Chaoui et Saïd Messari, prenant le parti pris de rencontres et de croisements, dessinent, au présent, les matériaux dune matière toujours aux frontières mobiles dun entre-deux, dune interzone : dedans-dehors, mémoire-oubli, qui, - nen déplaisent aux mémoires (de l)absolu(es)-, sentête, malgré tout, à ne pas soublier. Entre Ciel, Terre et Vent (Elena Prentice), Tanger, Livres, Actualité et Delacroix (Bernabé Lopez Garcia), Calligraphie, Rosace et Portraits dAnonymes Célèbres, (Abdelkader Chaoui), Objets, Mots, et « Recettes de mémoire » (Saïd Messari), sénonce, mêmement-différemment, létat dune « peinture (qui) fait et ne fait pas système et se donne ainsi des chances de souvrir à dautres, à de nouvelles formes de culture et de pensée » (Marcelin Pleynet).
Un « faire système » et « faire (non)-système »
qui renvoie, ici, à un acte de partage entre Intérieur :
formes, couleurs prises dans une « grammaire » perspectiviste
ou non, et Extérieur : lieux, micro-événements, objets,
biographèmes
.etc. Les matériaux dune interzone
improbable, expérimentale où se joue le devenir dune matière
mémoire singulière et plurielle, fruit et catalyseur dune
incessante et insatiable logique de composition : « Tableau »
veillant de près sur son autonomie mais nallant pas sans un effet
décart, de poussée hors de lui-même, trace dun
logique de construction, restant, elle, travail dun montage visuel et
manuel car opérant sélection, prélèvement et agencement
de matériaux hétéroclites : trauma, héritage,
présent, amnésie, enfance
associés en vertu dune
grammaire faite successions, substitutions et simultanéités.
Du systémique et (non)-systémique en cohabitation sous
hautes tensions à lintérieur-extérieur de quatre
micro-fabriques où tout se « bricole », se cherche,
se bâtit en un mi-lieu où, force indomptable, irrépressible,
la part doubli reste, malgré tout, aussi vivace et revigorante
que celle du souvenir.
Elena Prentice
Les séries sans titre dE.P sont traces ténues et bellement
têtues de toiles prises dans les souvenirs dune histoire de la peinture
désormais transfrontalière. Tout se meut en catalyseur de réminiscences
dun temps (espace) encore sensible, états polychromes sassociant,
sentremêlant, glissant délicatement les uns sur les autres.
Du Turner et du Monet où toute velléité de figure(ation)
sest éclipsée définitivement ? Toujours en procès,
luvre de la peintre et fondatrice de la maison dédition
Khabar Bladna, « Les nouvelles de notre pays », artiste
activiste de la darija,- « défense et illustration »
de larabe non classique-, sinvestit en diptyques, triptyques et
autres formats de toiles qui, à chaque fois, imperceptibles paysages,
vaguelettes et ondulations, excluant la moindre localisation, la moindre référence.
Tout y est surgissement dun univers dont la texture douce, fine et soyeuse
émerge, affleure en silence : « Mon obsession, la lumière
et le vent qui dessine leau» (2008).
Ce sont de fines surimpressions couleurs pastel jamais dégagées hors et loin dune matière faite avancée, poussée vers un haut-bas ruinant, sans merci, toute fixité nommée Tableau. Tout se dilue, sévapore ici en cinétisme couleurs et, par moment, noir et blanc. Désir deffleurer, caresser la texture dune matière épaisse autant quévanescente, florale, aquatique ou peut-être minérale. Une composition finissant toujours en construction dune épaisseur impalpable, indicible, fugitive.
La toile fragment dun univers fruit en même temps que catalyseur dune avancée vers soi lautre, dedans dehors, ici ailleurs et, sans doute, jadis hier demain. Pris au sens de composition homogénéisante, centripète, le Tableau cède à une construction sérielle dun espace restant éminemment fluvial, éventé. Sans doute, est-ce là une quête expressionniste, lyrique et, indéniablement, mystique puisquélan de ce qui, malgré tout, se laisse capter et se projeter telle une « icône du cur » (Ibn Arabi).
Abdelkader Chaoui
Face aux souvenirs dune mémoire carcérale, traumatique,
celle-là même où le temps dut être « plombé »,
A.C, sévertue, aujourdhui, entre lettres et images, à
creuser désenchanté mais heureux en direction dun futur
antérieur, celui dun temps perdu et, sans doute, à retrouver,
sans fin. Fait rare parmi les membres de la communauté des écrivains
arabophones, Abdelkader Chaoui sessaie, au présent, à lère
du numérique, en écrivain expérimentateur, - hasard
et/ou nécessité ?-, à un exercice de remémoration
au plus près dune matière - peinture à lhuile,
acrylique, papier, tissu et Photoshop, à lappui.
Une calligraphie arborescente, densément expressionniste, ny a de cesse démerger présence (absence) telle la communauté des célèbres anonymes, hommes et femmes, dont le trait marquant se nomme prosaïquement (cliniquement) dans une série de sept portraits : « Difformité » (Acrylique sur toile : 38/46 cm, 2021). Titre qui en dit long sur la nature encore tendue au passé revisité désormais dans ce qui se décline : « Distance », « Nulle part », « Obscurité », « Un trou sans rail » et « Des yeux en blanc ». Un « nulle part » qui se révèle rythme et mouvement consonants et dissonants à limage dune « Mosaïque » (Acrylique sur toile : 42/90 cm, 2021) se dressant impassible, tendue et éruptive. La calli-choré-graphie dun écrivain-peintre se cherchant toujours avec passion parmi les fragments dun mi-lieu doù sénonce une matière-mémoire bâtie et improvisée, identifiable et inachevée, vouée à une impossible-possible réconciliation.
Bernabé López Garcia
Faire mémoire de sa vie au jour le jour, au cur et en marge dune
uvre picturale et écrite, une uvre mémoire (histoire)
quest le Journal de Delacroix au Maroc (1832), telle nous semble être
la vocation des compositions et des instantanés aquarélisés
de Bernabé Lopez Garcia, du moins les travaux retenus à loccasion,
une dizaine ou presque dun corpus de plus de 70 carnets. La note énoncée
en marge de laquarelle intitulée : « Corniche atlantique
3 : Hommage à Delacroix (Extrait dun Cahier de voyage N°41.
Feutre 0.4 et aquarelles sur toile) laisse déduire un constat quelque
peu distant et, peut-être, par moment amer lié à un sentiment
de perte face aux mutations urbaines en cours à léchelle
de la ville du Détroit.
La question nous semble être celle-ci : comment de nouveau composer
et construire en images et lettres une mémoire en mouvement, la sienne
et celle de la ville du Détroit ? Le beau bric-à-brac :
adresses, titres douvrages, numéros de téléphones,
dates de conférences, citations de propos de politiciens marocains ou
espagnol compose et construit ce qui immanquablement finit par faire tache (blanche)
dans un modèle quasiment « intouchable ». Lécrivain,
chercheur en histoire contemporaine du monde arabe, sapproprie un genre
tel un atelier expérimental qui, conjuguant permanence et contingence,
« éphémère » et « éternel »,
savère encore capable dune réelle hybridité
générique et thématique. Genre et support se révèlent,
eux, mi-lieu dune sobriété faite geste dun regard
hautement attentif à la diversité du « patrimoine »
architectural, celui datant notamment de la « zone internationale »
: une librairie, un café, une épicerie, une mosquée ou
une villa sont fragments dun paysage urbain pris dans les filets dun
résidant restant constamment « reporter » objectif
et il sensible au révolu, - le « bâti »
souvent menacé deffondrement, deffacement-, ainsi quà
lici et maintenant, lactualité dun pays, dune
ville et dun intellectuel de lentre les deux rives et du monde.
Divers détails sont prélevés, lus, vus et commentés,
restant, souvent, soulignons-le, sans liens explicites avec des aquarelles voulues
datées et hors temps. Sy associent par moment, entre autres,
les dernières « nouvelles » relatives à
la question du Sahara et les décisions de lO.N.U sy rapportant
avec un arpentage pictural, toujours fin, sobre et réminiscent face à
qui, menaçant, toujours, de se voir ville en ruines ou encore clichés,
fait effet dun entre-deux dautant plus revigorant que le journal-autoportrait
à luvre fait face à la fascination constructive quexerce
encore le chef duvre du maître en même temps que le
devenir de la ville du Détroit, les « villes de la ville »
(Abdelwahab Meddeb). Aussi ordinaire(s) que déroutante(s). Sans doute,
la publication de « lintégralité »
des dessins et des notes pourra-t-elle éclairer davantage sur un projet,
toujours en cours et, surtout, sur la manière avec laquelle sy
conjuguent modèle et copie, histoire, mémoire et oubli.
Saïd Messari
Au cur dune nouvelle-ancienne héraldique, les travaux en
cours de Saïd Messari sont fruits (et catalyseurs) dune fabrique
dans laquelle se frappent, se gravent, sestampillent et se moulent en
2D et 3D monnaies, blasons et dautres anciens-nouveaux bas-reliefs. Liste
circonscrite et ouverte, ces pièces rendent hommage et aux écrivains
célèbres quêteurs denfances (M.Choukri, A.Chaoui,
M.Berrada) et aux anonymes que sont les enfants de rue : « Vendeurs
de cigarettes en vrac» de jour comme de nuit, toujours à la
Même-Place, «Finafslblassa» rapporte lartiste archiviste
à travers lun des fragments du cahier où ces derniers avaient
un jour consigné sur sa demande en darija le quotidien épique
qui est le leur.
Des cercles en bois de broderie sont également convoqués parmi dautres supports où prennent place, selon la même logique épigraphique : robinet, tajine, boîte de sardines, salamandre, ouvre bouteille, trois ampoules ébréchées et trouées composant une drôle de tête rimant avec une autre à côté « bourrée » de fragments de zelliges et de lettres tombées en ruines, outre une série de répétitions-variations autour dun objet emblématique : la théière, le récipient dun breuvage rituel convivial, populaire faisant écho au travail notamment de deux artistes installateurs, Mostapha Boujmaoui et Faouzi Laatiriss, qui consacrent aux verres de thé fabriqués localement une place réelle dans nombre de leurs installations. S.M fait partie de ceux qui nont cure des frontières entre Art et artisanat ; les « lanceurs dalerte » quant au sort des sources et des matériaux capables dirriguer, au présent, la (notre) mémoire sensorielle. La logique nommons-la géo-poétique des questions et des modes de recyclage et de bricolage dans et, surtout, hors tout confinement auto-suffisant, amnésique et séparé nommé Histoire, Identité ou encore Mot, Tableau ou Objet.
A contrecourant donc du risque damnésie : volonté délibérée ou non, consciente ou non, violente ou non, de « plombage » et « moulage » définitifs du temps en tant que tel, la fabrique à luvre agit (et est agie) en micro-mausolée (musée) dont les composants matériels et immatériels, vérifiables, « archivés » et fictifs sont ceux dune archite(c)xture fixe, poreuse et mouvante, propice à une élégie moins commémorative que « célébrative », moins représentative que restauratrice dune matière mémoire composée mais, surtout, construite en jeu dassociations et de substitutions progressif, sans fin.
Sans doute, chacun son bric-à-brac, chacun ses taches (blanches) dans limmaculée conception des modèles dits définitifs. Le choix récurrent du support papier blanc est ici geste plus quéloquent de la part du quêteur parlant dune « enfance » au sens de « recettes » et de « régime de mémoire». Calligraphie, broderie et gastronomie se découvrent chez Saïd Messari jeu dentremêlement visuel, tactile, olfactif et gustatif : la source dense, hybride à même de maintenir « pièce »-objet (souvenir) et mot-met (sensation) en état décart urgent, vital, entre, dun côté, ce que lon sent, ressent et, de lautre, ce que lon sait et, surtout, mémorise souvent sous la haute et arrogante contrainte dun (du) Lieu Commun érigé en prêt-à-porter, interchangeable.
Rencontre entre travaux proches et hétéroclites, « Mémoire » est le titre ouvert, ambivalent dune exposition collective, «autochtone» et transfrontalière. Exposition-évènement mettant en résonance les matériaux dune « uvre » une et plurielle dévidence non-« finie » où chaque artiste déploie avec tact et force son « faire et ne pas faire système (Tableau) ». Hors toute séparation exclusive entre passé, présent et avenir, haut et bas, intérieur et extérieur, lettre et image, modèle et copie, chaque artiste, et compositionnel et associatif, met en avant une mémoire, au final, commune qui, non essentialisée ni définitive, reste images faites choses, gestes, blessures, souvenirs, saveurs, images, mots en attente et autres.
Mémoire en quatre Fragments
Isabelle Merose-Kineast
Mémoire écrite, illustrée,
méditée et stylisée
Exposition organisée
par Gallery Kent
Tanger, octobre 2021
Abdelkader Chaui
Il est né en 1950 à Bab Taza, dans la zone du Protectorat espagnol.
Il y fit ses études primaires puis partit à Tétouan et
Rabat.
Il sest retrouvé dans les années de plomb et son esprit
critique en souffrit dans sa chair. Son parcours de vie est celui dun
humaniste qui sexprime à travers plusieurs livres dont Place dhonneur
écrit en 1999, le Livre de la mémoire en 2015 et le Jardin de
la dame en 2018. Il a été ambassadeur du Maroc dans plusieurs
pays. Ses thèmes sont liés au rêve, à la mémoire
et à l´oubli. Tour à tour traducteur, journaliste, écrivain.
Une élégance poétique et une culture éclectique
associées à une plume libre, audacieuse constituent sa signature.
Il marque les esprits et est un de ceux qui ont donné leurs lettres de
noblesse à la littérature marocaine tout en affirmant sa différence.
Outre lécriture, il peint depuis longtemps et son ami Said Messari
a toujours essayé de le convaincre dexposer. Avec Gallery Kent,
une galerie du Nord, Said Messari a réussi à exposer ces portraits
criant de vérité, torturés parfois. Abdelkader Chaui, cest
un visage bienveillant avec des cheveux blancs neigeux.
Bernabe Lopez García
Il est né à Grenade en 1947, diplômé de lUniversité
de Grenade et également de Fes. En qualité darabisant et
de grand connaisseur du monde arabe, il est le digne représentant de
cette période prestigieuse : Al andalus ! Spécialiste
de lIslam, de lOrientalisme, de lépoque de la présence
espagnole au Maroc, des relations Maroc-Espagne et également de Tanger,
il a écrit de nombreux ouvrages, des articles dans des revues spécialisées
mais il a aussi conçu dinnombrables carnets agrémentés
de dessins à la plume sur Tanger, dignes de ceux de Delacroix. Des chroniques
sur Tanger au temps de la guerre civile en Espagne, sur les migrations, sur
les processus électoraux au Maghreb sont autant de sujets sur lesquels
la plume de BERNABE sest attardée.
Elena Prentice
Elena Prentice est née à Boston aux USA. Elle étudie à
a Rhode Island School of Design et au Hopkins Center du Darmouth Collège
puis emménage à Paris où elle peint et enseigne. Elle est
à la fois dorigine américaine et russe, avec un grand père
qui a été consul des USA à Tanger de 1930 à 1939
et un autre ancêtre, général en chef des armées du
Caucase dans la Russie tsariste. Elena Prentice conserva des liens avec la ville
du Détroit, où son grand père ancien Consul y prit sa retraite.
Ainsi, il lui fut proposé à la fin des années 80 de prendre
la direction de la Légation américaine pendant près de
deux ans. Ce lieu regorgeait dobjets légués, dune
chambre dédiée à Paul Bowles et dune magnifique bibliothèque ;
Elena Prentice va dépoussiérer lendroit et aidée
des responsables de lInstitut français et italien, impulsera une
vie culturelle. Puis elle repart à New York et y enseigne la peinture
mais elle reste en contact avec Tanger. Elle y acquiert une propriété
à la Vieille montagne sur les conseils de Joe Mac Philipps, directeur
de lEcole américaine. A laube des années 2000, elle
décide de sinstaller à Tanger et dapprendre larabe
mais la question se pose : arabe ou darija ce qui va linciter
à fonder un journal en darija Khbar Bladna qui existera pendant cinq
ans. Puis avec Gustave de Staël, elle deviendra éditrice. Outre,
la peinture qui est son grand amour, elle voue une passion aux mots, aux alphabets
et déclare « Lire est pour moi totalement magique, cela devrait
être le premier des droits de lHomme ». Fascinée
par des cieux changeants, plutôt abstraite, Elena Prentice me rappelle
Turner et sa recherche inlassable de la lumière. Elena Prentice a exposé
depuis plusieurs années sur différents continents : aux USA,
en Europe et en Afrique et plus dun musée de par le monde a acquis
ses uvres. Elena Prentice est un être gourmand de la vie, tournée
vers les autres, animée dun grand désir daider et
nourrie par ses racines multiples.
Said Messari.
Né à Tétouan, il étudie aux Beaux-Arts de cette
ville puis parfait sa formation à lUniversité Complutense
à Madrid et décide de sétablir dans la capitale madrilène.
Depuis 1982, il expose en Espagne, en France, au Maroc, en Italie en explorant
la peinture, la gravure et en déclinant différentes techniques.
A Madrid, il dispose de son propre atelier et réalise des éditions
limitées pour ses donneurs dordre qui sont des banques, des entreprises
et des particuliers. Il sefforce davoir recours à des techniques
jamais toxiques et respectueuses de lenvironnement. Il modèle le
papier, le peint, le grave, le met en scène pour des installations.
Il souhaite que la gravure trouve sa place au Maroc et lexalte sous différentes
formes. Il réalise fort bien la quadrature du cercle, tout en délicatesse.
Said Messari, cest la bienveillance, la douceur, lélégance
faites artiste. Ses mémoires de papier sont un hommage à la mémoire
de ceux qui la perdent et cet emploi de la couleur blanche magnifie son uvre
en en soulignant toute la sobriété.
QUATREVIDEOS / QUATRE ATELIERS
Quatre vidéos ou quatre odes à des artistes espagnols, marocain,
américain ce qui est en soi un hommage à la culture marocaine,
à Tanger, à ses couleurs, à ses cieux !
Chaui. le poète ! Les cheveux blancs aussi, la silhouette alerte et les gestes beaucoup plus nerveux, voire pressés. Il nous fait partager des peintures colorées, des formats modestes mais ...qui annoncent la couleur : du bleu, du vert, du rouge avec parfois des caractères. « Je, est un autre » phrase sur mesure pour Chaui qui est du Nord du Maroc, féru décriture, de politique, qui a payé le prix de lunivers carcéral et qui en peignant traverse le miroir de ses émotions et devient un autre ! de livres et des peintures.
López García. Dabord, notre regard découvre Bernabe, ses cheveux blancs, sa gestuelle calme au milieu de ce grand salon, de ses mille et une gravures, de ses canapés profonds. Il savance vers une étagère et sempare dun carnet numéroté. Il louvre sur une double-page où le texte le dispute à un dessin à la plume dune finesse exquise qui représente les hauteurs de la Casbah et la station météorologique, puis dautres pages avec une demeure, des arcs, le Teatro Cervantes, les arènes, la librairie des Colonnes tout ceci indique un amoureux de Tanger et évoque pour moi, des gravures de Delacroix exposées actuellement au Musée Mohamed VI à Rabat. des livres et des croquis !
Prentice que nous montre la vidéo ? Deux femmes en tenue estivale, lune créatrice et lautre qui met son espace et sa logistique au service des artistes. Elena Prentice nous invite dans son atelier dédié à la peinture et aux livres. Noublions pas quElena Prentice est également éditrice. Ses peintures sont autant de cieux, de nuances, de variations qui rendent à Nuages de Django Rheinhardt qui nous murmure :
« Sous le jour qui s'allonge
sestompe à lhorizon
un nuage sétire sur son toit bleu
en passant il semble dire
un triste adieu »
Des livres, des peintures
Messari nous entraîne dans son atelier à Madrid, qui est vaste, bien rangé, on a le sentiment de cases. Lui aussi est du Nord du Maroc. Il travaille le papier, traité biologiquement et décline magiquement papier et relief. De la théière à des figures plus absconses en passant par des têtes, il nous enchante par la préciosité de son travail. Blanc, blanc vous avez dit blanc - Messari a voulu faire découvrir au public, les deux côtés du Détroit, à la fois lespagnol et le marocain par le dessin et la peinture à travers López García et Chaui, en toute modestie une carte blanche de la générosité.
La vie est un jardin borgien aux sentiers qui bifurquent mais qui parfois se retrouvent. Dans une croisée de cette ville de Tanger, nous nous sommes connus, nous qui écrivons ce texte, au travers dun ami commun, Alberto, qui a une contribution également dans ce recueil, même si nous savions déjà de nos existences par dautres amis.
La vie dAbdelkader, de Bernabé et de Saïd, ainsi que nos propres vies, se sont déroulées à cheval entre le Maroc et lEspagne. Traverser le détroit de Gibraltar dans les deux directions nous a marqués, a été une constante et le sera toujours.
Beaucoup de choses nous unissent, beaucoup de souvenirs.
Jai connu Saïd à Madrid, au siège de lAssociation dAmitié Hispano-Arabe. Ce fut à loccasion dune exposition de ses illustrations du livre Yawmiyyat madina kana ismuha Beirut, de Nizar Qabbani, traduit en espagnol par Carmen, ma professeure darabe, et publié par CantArabia. Pendant les années 80, beaucoup de réunions avaient eu lieu à ladite association et dans les bars avoisinants. Depuis cette époque-là, jai la chance dêtre près de Saïd, de son art et de sa joie de vivre.
Jai connu Saïd également à Madrid, mais notre amitié sest consolidée à Marrakech, dans une rencontre organisée par Rodolfo Gil, dans le cadre des commémorations du Ve Centenaire de 1492. Ce ne fut pas la ville rouge, mais Tétouan, une de mes villes dadoption, et celle de sa naissance, qui nous a unis réellement. Saïd y avait étudié à lÉcole des Beaux-Arts, et ma mère avait aussi fait ses premiers pas de peintre amateur dans cette institution. Tétouan et la peinture ont suffi sans compter avec son immense générosité, loyauté, sympathie et dévouement, ainsi que les rires, partagés avec Giovanna pour établir des liens damitié qui subsistent aujourdhui.
Je fis la connaissance de Bernabé à peu près à la même époque que Saïd, mais à la Faculté de Philosophie et de Lettres de lUniversité Autonome de Madrid. Il était un professeur extrêmement dynamique qui fumait en classe et voyageait souvent au Maroc. Il mapprit lHistoire, mais il fut également un stimulant de ma vocation marocaine qui bouillonnait déjà en moi. Ce fut sur ses conseils que je partis à Fès pour apprendre la darija au Centre Culturel Espagnol, dirigé à lépoque par Cecilia. Bernabé minsuffla cette passion.
Lévocation de Lorca fut ce qui éveilla mon intérêt de connaître Bernabé. «Cest le petit-neveu de Federico!», me disaient mes amis. Ce qui me surprit de ce professeur né à Grenade, comme le Poète, cétait son approche moderne de lenseignement du monde arabe, quil transférait des bibliothèques vers létude vivante des rues du Maghreb. Ses analyses de cette réalité sont toujours brillantes et éclairantes. Nous avons aujourdhui le privilège de jouir de ses dessins-notes de voyages quil a cumulés sur cette réalité vécue où se détache son affection pour la rive sud de la Méditerranée. Avec lui et Cecilia, nous avons partagé des moments tangérois inoubliables, souvent avec la présence de notre regretté Choukri.
Abdelkader, je lai connu à Rabat, au siège du journal al-Ittihad al-ichtiraki. Bernabé mavait suggéré décrire un texte sur lUnion des Écrivains du Maroc. Au début des années 90, le président de lUnion était le directeur de la délégation de Rabat du journal, Mohamed Achaari, qui deviendra plus tard ministre de la Culture sous le gouvernement dalternance. Je suis donc allée pour linterviewer, et, en finissant, il ma dit : « Je vais te présenter Chaoui ». Le passé extrêmement dur dAbdelkader comme prisonnier politique ne correspondait pas à la candeur de son sourire. Quelques années plus tard, jécrirai un prologue à la traduction en espagnol de son roman autobiographique al-Saha al-sharafiyya. Je me souviens de lun de ces merveilleux diners organisés par Antonio Lozano, une autre présence qui survole ce projet, où javais conduit Chaoui, qui venait darriver à Madrid. Cétait au restaurant marocain juif, La Escudilla, où nous tavons rejoint, ainsi que Saïd et la tribu toujours changeante quAntonio réunissait autour de lui.
Jai vraiment pris conscience des douloureuses années de plomb le matin où la police a fait irruption dans la salle de la Faculté des Lettres de lUniversité Mohammed V, où je débutais comme assistante dEspagnol dans les années 70. Du jour au lendemain, mon étudiant préféré, Mohamed Serifi, ne venait plus à mon cours. Petit à petit, jappris son emprisonnement avec dautres prisonniers politiques, comme Abdelkader. Lui, je lai connu plusieurs années plus tard, déjà libre, dans une rencontre à lEcole des Traducteurs de Tolède, parmi celles que vous organisiez, Miguel et toi, et qui ont donné tellement de fruits pour les échanges culturels. La découverte de sa traumatique privation de liberté à cause de ses idées fut pour moi un attrait pour vouloir faire sa connaissance. Plus tard, son humanité, son écriture, et, maintenant, sa peinture, font que je me sente fière de cette amitié, consolidée lorsquil séjourna à Madrid dans les années 2000.
Et je connus Elena, linvitée dhonneur de cette exposition, au travers dune amie tangéroise très chère, Julia Snurmacher. « Cest une américaine qui publie une revue en darija, Khbar bladna », elle me dit un jour. Mon amour pour la langue de mon père, injustement privée daccès à lécriture, fut également un attrait pour faire la connaissance dune femme qui saventurait dans un projet si courageux. Plus tard, elle créa, conjointement avec Gustave de Staël, lui aussi dune lignée de peintres, la maison dédition tangéroise portant le même nom que la revue déjà disparue, qui réunit une abondante collection de livres, petits mais essentiels. Et, puis, finalement, jai découvert cette puissante et douce lumière des ciels quElena peint.
Moi, je nai pas eu lopportunité de connaître personnellement Elena Prentice, mais nos chemins ont été sur le point de se croiser plusieurs fois. Je le sais. Et je souhaite vivement que la force de Saïd arrive à nous rassembler nous tous, à loccasion de cette insolite initiative marquée de sa personnalité : ouverte, intégratrice, pleine de lumière, de mots, de formes et couleurs, de générosité et de mémoire.
Kandinsky a dit que Goethe a dit que la peinture doit trouver sa « basse
continue ». Ce rythme intense est celui qui semble unir ces sentiers qui
bifurquent et coïncident aujourd`hui, à Tanger, et par la magie
de lamitié.
« La série des théières
est un hommage à notre tradition marocaine »
Propos recueillis par Fatiha Amellouk
Catalougue
"La noblesse du papier"
Exposition organisée par la Galerie
Espace Rivage.
Fondation Hassan II, Rabat, Marocl.
À travers des uvres semi-figuratives
conceptuelles, Said Messari souhaite créer une communication accessible
entre luvre et son public.
Attaché au langage plastique du papier, il sest intéressé,
tout au long de ses expositions, à sa fragilité, ses espaces,
ses métamorphoses,
ses textures, son harmonie et sa noblesse. Son identité artistique se
trace à travers plusieurs
modes dexpression: gravures, installations, vidéos, collages, calligraphies
e-taqafa : Que représente le papier
pour vous ?
Said Messari : Le papier, c'est la naissance,
c'est commencer quelque chose, soit écrire, soit dessiner, c'est le début
de linattendu, c'est la création en soi, c'est la noblesse du savoir...
c'est la mémoire...
e-taqafa : La diversité des techniques
vous accorde plus de liberté?
Said Messari : Après avoir terminé
mes études universitaires, je me suis toujours inscrit à de nombreux
cours, pour avoir des connaissances supplémentaires, pour me mettre à
jour sur les nouvelles techniques du 21e siècle, issues du développement
de la culture techno-informatique. L'artiste d'aujourd'hui est obligé
d'aborder les nouvelles techniques pour compléter son langage et son
identité artistique. La révolution de l'art moderne depuis Picasso,
Matisse, Salvador Dali, en passant par Magritte, nous a libérés
de l'académisme en nous offrant de nouvelles tendances où même
l'art enfantin ou naïf a été revalorisé, culturellement
et artistiquement. L'histoire de l'art projette de nombreux exemples montrant
l'importance de la liberté des techniques dans l'art...
e-taqafa : Les têtes, les curs,
les théières, pourquoi le choix de ces formes ?
Said Messari : Après avoir expérimenté
diverses tendances et concepts tout au long de ma carrière artistique,
j'ai toujours été à la recherche d'un langage qui soit
presque le mien ou du moins qui ait une certaine originalité. À
partir des icônes que je sélectionne, telles que les têtes
profilées ou les objets, comme les théières, les lézards,
les robinets, j'entends former un langage plastique semi-figuratif facile, pour
approcher et séduire le spectateur, et créer une communication
entre lui et l'uvre.
Les profils n'ont pas d'identité, ils sont génériques ;
la série des théières est un hommage à la communication
qui a lieu autour de la cérémonie du thé dans notre culture
traditionnelle, c'était l'application WhatsApp par excellence avant l'invasion
des écrans de téléphone... En général, ce
sont des iconographies avec une certaine ironie
e-taqafa : Le travail par séries
a-t-il un but précis ?
Said Messari : L'art sériel ou art
multiple m'a bien servi dans ma carrière artistique, notamment dans l'art
de l'impression. J'ai eu beaucoup de chance, car à la fin de ma carrière
universitaire, fut créé à Madrid le Salon International
de la Gravure ESTAMPA, et, en parallèle, de nombreux ateliers de gravure
et art multiple, sérigraphie, lithographie, sculpture et céramique
numérotée sont nés
Tout cela rapproche l'art du public
; ESTAMPA a révolutionné l'acquisition de l'art, a encouragé
et aidé la classe moyenne à consommer de l'art et que l'art soit
accessible et proche.
e-taqafa : Pourquoi privilégiez-vous
le travail à la main pour façonner le papier?
Said Messari : Le travail graphique est
un art d'atelier, c'est de lartisanat pur, où la manualité
acquiert un rôle principal dans la créativité ; et le temps,
cest la valeur de la patience et la discipline de tous les artisans. Pour
moi cela a été la découverte de la noblesse du papier.
C'est un rituel de métamorphose qui rassemble la transformation et le
recyclage dans la créativité où sa fragilité devient
une sublime élégance...
e-taqafa : Derrière les compositions
visibles de vos créations y a-t-il un message invisible?
Said Messari : Dans les dernières
contributions, et depuis presque plus d'une décennie maintenant, je me
suis penché vers la tendance semi-figurative conceptuelle, de sorte que
l'uvre se rapproche de plus en plus au niveau visuel et thématique.
Je voudrais que l'uvre soit un écran de plus qui puisse rivaliser
avec TikTok, YouTube ou la TV... Chaque uvre est sujette à une
interprétation libre...
e-taqafa : Pourquoi lintégration
de fragments de poèmes dans vos créations ?
Said Messari : Pour moi c'est un simple
hommage aux écrivains et aux poètes en général,
ce sont généralement des fragments d'auteurs qui m'ont fait réagir
ou d'amis auteurs que j'ai connus de près.
De plus, je trouve que la lettre ou le mot dans notre culture a un très
grand poids. Il est plus facile de trouver ou de rechercher la richesse du synonyme
d'un mot que la sémiotique d'une image. Quand je l'utilise, parfois ils
sont complets et donnent un bon résultat... C'est pourquoi le langage
publicitaire, et surtout cinématographique, se maintient plus longtemps
dans notre mémoire.
e-taqafa : La mémoire est votre
thème de prédilection, pourquoi ?
Said Messari : C'est un hommage aux personnes
qui ont perdu la mémoire. Dans la vie j'ai rencontré de nombreux
cas de près, et un jour, quand j'ai quitté un centre Alzheimer
après avoir visité un être cher, je me suis retrouvé
chanceux ; c'est une situation malheureuse de voir des personnes sans mémoire,
triste et cruelle...
Ainsi, le cerveau stylisé en forme de cur dans mon travail a une
connotation unique, il faut donner de l'amour et beaucoup d'affection à
ces personnes qui se sont retrouvées sans passé et sans avenir
e-taqafa : Travaillez -vous sur dautres
thèmes ?
Said Messari : Parallèlement, je
développe une recherche du « Statique au mobile » sur l'art
mudéjar andalou, un hommage à la salle de repos de l'Alhambra,
un travail qui associe la plasticité à la technologie, en passant
par l'informatique, notamment avec Arduino et le langage de codification Open
Source...
e-taqafa : Que représente pour vous
cette exposition à lEspace Rivages ?
Said Messari : Cette exposition est une
belle opportunité pour moi de faire connaître mon travail et mes
préoccupations artistiques au public amoureux de l'art et de la culture
à Rabat et au Maroc en général. C'est une fenêtre
ouverte pour profiter de quelques jours de fête où l'art et la
création sont hôtes. Je remercie l'Espace Rivages et la Fondation
Hassan II pour cette belle initiative qui a déjà mené une
carrière respectueuse promouvant l'art et la culture, facilitant la mise
en relation des artistes marocains résidant dans d'autres pays du monde
avec la culture d'origine, échangeant, partageant les connaissances et
les sentiments.